La decoloración de los productos de moldeo por soplado suele deberse a la resistencia química del colorante. Por ejemplo, el rojo de molibdeno es resistente al ácido diluido, pero es sensible a los álcalis, y el amarillo de cadmio no es resistente a los ácidos, lo que afecta seriamente el efecto colorante del colorante que induce la decoloración.